Una de las situaciones que comprometen la supervivencia de las entidades es que no existe un relevo generacional. Las personas que pusieron en marcha la asociación permanecen en ella realizando proyectos y actividades a lo largo del tiempo y de pronto se dan cuenta de que su continuidad está en entredicho porque “nadie” quiere hacerse cargo.

El primer trabajo de las asociaciones y entidades es mirar hacia el futuro analizando lo que han hecho hasta ahora para atraer gente a su entidad. Valorar diferentes aspectos respondiendo a preguntas como: ¿Qué tengo? ¿Qué necesito? ¿Cómo lo puede conseguir?

Una vez que se arroja algo de luz sobre las preguntas anteriores, las/os responsables de las entidades deben valorar qué acciones y actividades se realizan y si estas responden a las necesidades e intereses de las personas jóvenes y/o de las personas que en un momento dado puedan hacerse cargo de la entidad.

El voluntariado puede ser una forma de acercamiento para conocer la entidad; entendiendo el voluntariado no como algo asistencial si no como una figura de gerencia, organización y coordinación de la entidad. Puede ser útil incorporar a personas voluntarias en las labores de administración y gestión de las asociaciones bajo la supervisión y tutorización de la actividad. El itinerario de actividades se marcará en función de las necesidades pero podría partir desde los siguientes ejemplos:

  1. Colaborar en la redacción de proyectos.
  2. Realizar documentos con propuestas de actividades en las que se incorpore además las necesidades para su realización: recursos económicos, materiales y personales.
  3. Participar en la solicitud de subvenciones apoyando la recopilación de la documentación necesaria.
  4. Asistencia a las reuniones de la Junta Directiva y de equipos de trabajo para conocer la estructura de la entidad.
  5. Participación en la organización de actividades.
  6. Participación en las labores de seguimiento de los proyectos recopilando información y opiniones de las personas beneficiarias.

Cada entidad puede buscar personas voluntarias para estas tareas de manera concreta o acudir a personas voluntarias que colaboran y participan en tareas más asistenciales y ofrecerles ir un paso más allá dentro de la organización.

El relevo generacional es una cuestión que se debe valorar a nivel formal y como una preocupación o cuestión a tener en cuenta cuando se detecta que poco a poco se reduce el número de participación y/o asociación. También cuando los proyectos y/o actividades generan menos interés; y por último cuando las personas que participan en el presente en la entidad dejan de participar en reuniones, toma de decisiones, actividades.


Nuria Bermúdez

Licenciada en Periodismo y Máster de Cooperación Internacional. Experiencia en gestión de proyectos sociales y de voluntariado a nivel nacional e internacional dentro de eventos deportivos (BCN2013 y WBC2014) y de ámbito social. Actualmente es Técnica de Proyectos de la FGPS y lleva la gestión de los cursos online de la entidad.